Dentro de la Jurisdicción Sanitaria de Jacala, Pisaflores es el municipio que representa mayor riesgo para la propagación del mosco transmisor del dengue, por ello el equipo de control de vectores de esa región, actualmente conformado por 42 elementos (22 contratos Insabi y 20 de base), trabaja de manera permanente. Pese a que no se cuenta con casos o brotes en la zona, el retorno tras el periodo vacacional, las altas temperaturas que se presentan por la tarde y la posibilidad de lluvias por la noche, incrementan la posibilidad de aparición de criaderos de mosquitos.
Francisco Hernández Hilario, responsable operativo del programa de vectores en dicha jurisdicción, declaró que en estos meses es mayor el riesgo, por lo que entre las acciones preventivas realizadas se encuentra la colocación de 60 ovitrampas (para depósito de huevos de mosquito Aedes aegypti), las cuales son monitoreadas por semana.
Posteriormente, la brigada de entomología realiza encuestas que permiten identificar los índices de riesgo, tras lo cual interviene el equipo de control larvario que, domicilio por domicilio, emprende las acciones pertinentes y fortalece la estrategia “lava, tapa, voltea y elimina”, además de llevar a cabo rociados intradomiciliarios y nebulización.
Hernández Hilario explicó que la participación de la sociedad en el combate contra el mosquito transmisor del dengue es fundamental, pues uno de los principales problemas de la región es la existencia de lotes baldíos donde se tira basura y crece maleza, lo que los convierte en potenciales criaderos de mosquitos.
Cabe recordar que el dengue es considerado un problema de salud pública debido a que es la enfermedad viral que presenta las tasas más altas de morbilidad y mortalidad entre todas las que se transmiten por vectores al ser humano. Dado que no hay vacunas ni un método efectivo de contención, se ha establecido que la manera más eficiente de combatir la enfermedad son las estrategias de control del mosquito.